Después de la Revolución Mexicana, la Ciudad de México se convirtió en un vibrante centro cultural que atrajo a artistas internacionales, intelectuales, activistas políticos y mecenas de las artes. Entre los extranjeros que acudieron a México se encontraban el productor de cine Jacques Gelman (1909–1986) y su futura esposa, Natasha Zahalkaha (1912–1998). Se conocieron en la Ciudad de México después de dejar Europa del Este antes de la Segunda Guerra Mundial. Se casaron en 1941 y pronto se volvieron importantes en los círculos sociales y culturales de México. Con el éxito de la productora cinematográfica de Jacques Gelman, la pareja pudo encargar y coleccionar obras de los artistas modernos más importantes de México. La mayoría de las obras de arte de esta exposición forman parte de su extenso acervo.
Emilio Baz Viaud
Mexicano, 1918–1991
Retrato de Margot Mac Inteyre, 1950
Acuarela y brocha seca sobre cartón
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
[Descripción del arte: Una acuarela fotorrealista de una mujer de la cintura para arriba mientras está parada con el hombro izquierdo frente a tres estantes de madera mirando a lo lejos. Es delgada y usa pantalones de color marrón anaranjado sujetados a la cintura con un cinturón. Lleva un cuello de tortuga holgado que está plisado en el cuello y en la mangas y está fajado en sus pantalones. Las mangas tienen puños que llegan a un punto donde cuelgan debajo de sus puños, asegurados con mancuernillas cuadradas de plata. También lleva un amplio collar de cadena de plata sobre su camisa, que está cerca de su hombro derecho. Su brazo izquierdo está cruzado sobre su cuerpo, sosteniendo su bíceps derecho con sus dedos de color amarillo pálido. El brazo derecho está en un ángulo de 90 grados, y esa mano está vertical, agarrándose ligeramente a un estante de madera de color claro frente a ella. En el estante superior hay una bola de estambre verde del tamaño de un puño con dos largas agujas de punto doradas metidas en él, la punta del estambre se va desenredando y cae al estante de abajo. A la izquierda hay una flor blanca con muchos pétalos, el tallo y su parte inferior verdes. Una foto cuadrada sin marco de un perro negro con café, de perfil, se apoya contra la pared. Hay algunos otros artículos irreconocibles en el segundo estante y un papel doblado con escritura cursiva sobre el estante inferior. La mujer tiene el pelo corto, tenue y castaño claro, cejas cafés angulares y piel lisa color crema. Tiene un grueso pendiente de aro plateado en la oreja derecha, un poco más grande que sus ojos grises. Tiene una pequeña nariz de punta redonda, labios de color rosa pálido y una ceja fruncida.]
Emilio Baz Viaud
Mexicano, 1918–1991
Retrato de Nazario Chimez Barket, 1952
Acuarela y brocha seca sobre cartón
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Los meticulosos retratos de Emilio Baz Viaud evocan la presencia psicológica y física de sus sujetos. Aunque estudió arquitectura, se convirtió en un célebre pintor, aclamado por su capacidad para capturar expresiones vívidas y representar texturas cuidadosamente.
Ángel Zárraga
Mexicano, 1886–1946
Retrato de Jacques Gelman, 1945
Óleo sobre lienzo
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
El retrato de Zárraga captura a Gelman en un set de filmación, representado por el foco, los cables y la cámara a su alrededor, varios de los cuales son operados por brazos incorpóreos que alcanzan la vista. El propio Gelman es la imagen de un productor seguro, vestido de traje y fumando un cigarro mientras se recuesta en la silla del director.
David Alfaro Siqueiros
Mexicano, 1896–1974
Retrato de Natasha Gelman, 1950
Óleo sobre lienzo
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Siqueiros, el más políticamente radical de los muralistas Mexicanos, luchó en la revolución y se convirtió en miembro del Sindicato de pintores, escultores y grabadores Mexicanos revolucionarios. Era un invitado frecuente en la casa de Gelman. Como recordó la Sra. Gelman: “Vino una tarde a tomar el té. Aquí conoció a Diego, y comenzaron las discusiones. A las dos de la mañana, todavía estaban tomando el té”.
Diego Rivera
Mexicano, 1886–1957
Retrato de Natasha Gelman, 1943
Óleo sobre lienzo
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Kahlo y Rivera se encontraban entre los artistas prominentes del círculo social de Gelman. En 1943 Jacques encargó a Rivera que pintara un retrato de su esposa, Natasha. Rivera la retrató con el aplomo y el glamour de una estrella de cine. Los ramos de alcatraces recuerdan a los vendedores de flores que aparecen en otras obras de Rivera. El elegante y revelador vestido blanco de Natasha forma una silueta que imita la flor floreciendo.
[Descripción del arte: Natasha Gelman está recostada sobre un sillón gris, sus piernas caen como una cascada desde el sillón hasta el suelo. Es una mujer blanca, alta y esbelta, de cabello rubio con tonos rojizos. Tiene puesto un vestido blanco ajustado al cuerpo, con tirantes finos y un escote pronunciado. Unos adornos de oro cubren la tela del vestido sobre su seno izquierdo. Se encuentra apoyada sobre su brazo izquierdo, en su muñeca porta un reloj grueso de plata. Tiene anillos anchos de plata en ambos dedos anulares y sus uñas decoradas con esmalte rojo. El vestido tiene una abertura alta al frente que se extiende justo debajo de las rodillas. Calza unos tacones abiertos plateados con dos finas tiras de plata cruzadas sobre sus pies que se envuelven detrás del talón. Las uñas de sus pies también están decoradas con esmalte rojo. Tiene las piernas suavemente cruzadas, dejando el pie derecho sobre el izquierdo. Diez alcatraces blancos de pistilo amarillo yacen sobre el sillón, deslizándose a una corta distancia de ella, cercana a sus muslos. Un arreglo de unos veinte alcatraces blancos se levantan detrás del torso de la dama, las flores viendo hacia arriba. Las paredes de la habitación son de color negro y el piso dorado. Un trozo de papel con letras manuscritas está sobre el suelo frente al sillón.]
Frida Kahlo
Mexicana, 1907–1954
Retrato de Natasha Gelman, 1943
Óleo sobre masonite
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Jacques y Natasha Gelman se hicieron amigos de Rivera y Kahlo y encargaron a cada uno de ellos que pintara el retrato de la señora Gelman. La pintura de Kahlo, al igual que la de Rivera, celebra el glamour y el aplomo de Natasha, pero se centra en su expresión facial en lugar de su cuerpo o su entorno.