Hoy admiramos a Kahlo como una artista revolucionaria y feminista, sin embargo, su fortaleza creció a través de la adversidad física y emocional. Vivió con los efectos persistentes de la polio infantil y en 1925 escapó de la muerte por un estrecho margen en un horrible accidente de autobús que le destrozó la pelvis y la columna vertebral. Durante su larga convalecencia, el arte se convirtió en un camino para la supervivencia y la autoexpresión. Las difíciles circunstancias de su salud y discapacidad le inculcaron una determinación. Para muchos, Kahlo se ha convertido en un símbolo personal y nacional. En 1995 el autor mexicano Carlos Fuentes reflexionó sobre la vida de Kahlo:
Nuestros cuerpos están partidos por la mitad. Somos dos naciones … La irrepetible mujer que llamamos Frida Kahlo está rota, desgarrada en el interior de su cuerpo, igual que México está desgarrado en su piel externa.… Nacida con la Revolución, Frida Kahlo simultaneamente refleja y trasciende el acontecimiento central de México en el siglo XX. Lo refleja en sus imágenes de sufrimiento, destrucción, sangre derramada, mutilación, pérdida, pero también en la imagen de humor, alegría, broma que tanto distingue a su dolorosa vida.
Lola Álvarez Bravo
Mexicana, 1903–1993
Frida Kahlo, 1945
Impresión sobre gelatina de plata
Throckmorton Fine Art, Nueva York
Kahlo y Lola Álvarez Bravo fueron amigas durante muchos años, y Álvarez Bravo produjo imágenes impactantes de la pintora durante la última década de su vida. En una entrevista en 1989, treinta y cinco años después de la muerte de Kahlo, Álvarez Bravo dijo: “Insisto en que Frida era un ser especial, no una persona con la que uno se encontraba todos los días. Cuando hablaba, cuando se movía, cuando pintaba, cuando se expresaba, inspiraba algo. Para mí, ella era como pájaros, flores y colchas tejidas, un estado de ánimo Mexicano concentrado en una época y todo expresado a través de ella. Ella era así”.
[Descripción del arte: En esta vista desde la altura, como se ve reflejado en un espejo suspendido del techo, Frida Kahlo se coloca acostada diagonalmente en su cama, viéndose de la mitad del muslo hacia arriba. Su brazo derecho está inclinado hacia el codo con los dedos tocando su cara, mientras que el brazo izquierdo doblado cuelga a su lado. Su cabeza se ve pequeña sobre las grandes almohadas de la cama. Lleva una blusa tradicional oscura, con un borde bordado que forma una U en el frente. Su cabello está sujetado en trenzas. La colcha de con tejido de gancho en la que reposa es visible en el lado derecho, pero su falda extendida cubre el lado izquierdo. La cabecera de madera se eleva detrás de ella y sobre la cama cuelga el borde inferior de un cuadro. La vista está enmarcada por el grueso espejo rectangular que cuelga directamente sobre la cama, que atraviesa diagonalmente el cuadro, inclinándose hacia la derecha.]
Lola Álvarez Bravo
Mexicana, 1903–1993
Frida sentada en su habitación de hospital con fotografías, alrededor de la década de 1940
Impresión sobre gelatina de plata
Throckmorton Fine Art, Nueva York
[Descripción del arte: Frida Kahlo se sienta en su plateada silla de ruedas manual al lado derecho de esta fotografía en blanco y negro, mientras que su cama de hospital con dosel de cuatro columnas ocupa el lado izquierdo. La cama está hecha de madera oscura y hay una colcha gris con diseños indígenas blancos y negros a lo largo y en la parte superior. Dos almohadas blancas yacen una sobre la otra en la cabecera de la cama. Kahlo mira directamente al espectador con los brazos cruzados y las manos apoyadas en una almohada en su regazo. Sus pies están extendidos. Lleva una sudadera debajo de su tradicional huipil con puntos blancos, una imagen central en el pecho y un escote oscuro. Lleva una falda negra larga y suave con el cabello en trenzas enlazadas sobre su cabeza con un listón. Lleva aretes largos y un pendiente con una cadena que llega hasta el estómago. Usa múltiples anillos en ambas manos. Las paredes están cubiertas con cortinas plisadas que se extienden desde el techo hasta el suelo. El borde inferior de dos cuadros se ve en la pared a cada lado de Kahlo. El de la izquierda muestra las piernas de varios hombres sentados en fila. El de la derecha es de frutas en un bodegón. Un denso collage de fotos de personas cubre la cabecera de la cama y una colección de cinco retratos de cabeza y hombros enmarcados se coloca sobre el collage.]
Juan Guzmán
Mexicano, nacido en Alemania, 1911–1982
Frida en el Hospital ABC con cráneo decorado, México, 1950
Impresión sobre gelatina de plata
Throckmorton Fine Art, Nueva York
Juan Guzmán
Mexicano, nacido en Alemania, 1911–1982
Frida en el Hospital ABC sosteniendo un espejo, México, 1950
Impresión sobre gelatina de plata
Throckmorton Fine Art, Nueva York
Florence Arquin
Estadounidense, 1900–1974
Frida Kahlo en silla de ruedas con sombrilla, alrededor de 1950
Impresión sobre gelatina de plata
Throckmorton Fine Art, Nueva York
Gisèle Freund
Alemana, 1908–2000
Frida y el Dr. Farill, 1951
Impresión sobre gelatina de plata
Throckmorton Fine Art, Nueva York
Kahlo escribió en su diario: “He estado enferma un año. Siete operaciones en mi columna vertebral. El doctor Farill me salvó. Me volvió a dar la alegría de vivir”. Aquí, posa con su cirujano, el Dr. Juan Farill. A pesar de estar físicamente agotada, Kahlo sostiene su paleta, mostrando fuerza y determinación. En el caballete está su último autorretrato firmado, pintado unos años antes de su muerte en 1954.
Frida Kahlo
Mexicana, 1907–1954
Collage con dos moscas, 1953
Collage y acuarela sobre cartón
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Frida Kahlo
Mexicana, 1907–1954
11:25 (Carma III), 1946
Tinta sepia sobre papel
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Frida Kahlo
Mexicana, 1907–1954
Máscaras (Carma I), 1946
Tinta sepia sobre papel
La Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Los dibujos de Kahlo aparecen frencuentemente fragmentados, conteniendo pedazos de texto y yuxtaposiciones de objetos reales y simbólicos. No se interpretan tan claramente como muchas de sus pinturas. Algunos ven un parentesco con el surrealismo en estas obras, estableciendo conexiones con los sueños y exploraciones de estados psicológicos. A pesar de su interés en las ideas de los surrealistas, Kahlo no quería que su trabajo fuera clasificado como surrealista.
Frida Kahlo
Mexicana, 1907–1954
Carta, 1943
Tinta de color sobre papel
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Frida Kahlo
Mexicana, 1907–1954 e ilustrador científico anónimo
Cromóforo, auxocromo, 1944
Material impreso y tinta
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Kahlo alteró una ilustración de una publicación científica cortándole el pie, haciendo referencia a su propia amputación. El cromóforo y el auxocromo se refieren a dos estructuras moleculares distintas que afectan la percepción del color. Kahlo usó los términos en sus diarios para describirse a sí misma y a su esposo, Diego: “Tú te llamarás AUXOCROMO el que capta el color. Yo CROMÓFORO, la que da el color”.
Frida Kahlo
Mexicana, 1907–1954
Sin título, 1932
Litografía
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Frida Kahlo
Mexicana, 1907–1954
Sin título, 1932
Litografía
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Kahlo sufrió un aborto espontáneo mientras ella y Rivera estaban en Detroit para los murales comisionados. Mientras se recuperaba, experimentó con la litografía en un colectivo de arte local; la única vez que intentó el grabado. Estas litografías son diferentes pruebas de la única impresión significativa de Kahlo, comúnmente llamada El aborto o Frida y el aborto espontáneo. Se plasma a sí misma dividida entre la luz y la oscuridad, la vida y la muerte, la maternidad y ser artista.
Frida Kahlo
Mexicana, 1907–1954
Dibujo con pie, s.f.
Lápiz de color y grafito sobre papel
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
Frida Kahlo
Mexicana, 1907–1954
Autorretrato en la cama, 1937
Aceite sobre metal
Colección Jacques y Natasha Gelman de arte mexicano del siglo XX y Fundación Vergel
“Tenía tantas ganas de tener un poco de ‘Dieguito’ que lloré mucho, pero se acabó, no hay nada más que se pueda hacer excepto soportarlo”, escribió Kahlo en 1932 después de su primer aborto espontáneo. Aquí, Kahlo se sienta en la cama de un niño, fumando un cigarrillo con un aire de desapego emocional. Debido a las lesiones que sufrió en un accidente de autobús, Kahlo no pudo tener hijos y cumplir con el papel tradicional de la feminidad mexicana: ser una esposa y madre dedicada. Desafió las expectativas de género y encontró resiliencia viviendo una vida independiente como artista y activista.